La libre circulación de personas es un derecho fundamental garantizado por la UE a sus ciudadanos. Da derecho a todos los ciudadanos de la UE a viajar, trabajar y vivir en cualquier país de la UE sin formalidades especiales. La cooperación Schengen mejora esta libertad al permitir a los ciudadanos cruzar las fronteras internas sin ser sometidos a controles fronterizos.

El espacio Schengen garantiza la libre circulación a más de 400 millones de ciudadanos de la UE, así como a muchos ciudadanos, empresarios, turistas u otras personas no pertenecientes a la UE con estancia o residencia legal en el territorio de la UE.

Originalmente, el concepto de libre circulación consistía en permitir a la población activa europea viajar y establecerse libremente en cualquier Estado de la UE, pero no logró abolir los controles fronterizos dentro de la Unión. En 1985 se produjo un gran avance cuando la cooperación entre gobiernos individuales llevó a la firma, en Schengen (un pequeño pueblo de Luxemburgo), del Acuerdo sobre la abolición gradual de los controles en las fronteras comunes, seguido de la firma en 1990 de la Convención que implementa ese acuerdo. La implementación de los Acuerdos de Schengen comenzó en 1995, involucrando inicialmente a siete Estados de la UE. Nacido como una iniciativa intergubernamental, los desarrollos provocados por los Acuerdos de Schengen se han ido incorporando al conjunto de normas que rigen la UE.

Hoy, el Área Schengen abarca la mayoría de los Estados de la UE, excepto Bulgaria, Croacia, Chipre, Irlanda, Rumania y el Reino Unido. Sin embargo, Bulgaria y Rumanía están actualmente en proceso de unirse al espacio Schengen. De los Estados no pertenecientes a la UE, Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein se han unido al espacio Schengen.

Si existe una amenaza grave para las políticas públicas o la seguridad interna, un país Schengen puede reintroducir excepcionalmente y de forma temporal el control fronterizo en sus fronteras internas por un período limitado de no más de treinta días. Si se reintroducen dichos controles, los demás países Schengen, el Parlamento Europeo y la Comisión deben ser informados, al igual que los ciudadanos.